Como sucede con cualquier producto proveniente de la naturaleza, existen diferentes tipos de tabaco. Y, como sucede también con cualquier producto que nace de las plantas, hay muchas diferencias entre una semilla plantada en una zona del mundo o en otra. ¿Por qué? Por las condiciones climáticas, la temperatura, el tipo de suelo o la cantidad de agua en las que se cultivan, entre otros factores. Aunque hay varias formas de diferenciar los tipos de tabaco, en este artículo te explicamos las 4 principales tipologías según el proceso de curado de la hoja: Virginia, Burley, Orient y Dark Fire.
Orígenes de los 4 tipos de tabacoEl tabaco Virgina es el más popular y el más usado en la industria tabacalera. Si bien se cree que en el año 500 a.C. ya se cultivaba este tabaco en América del Sur, su nombre oficial viene del británico Walter Raleigh, el descubridor de un amplio territorio en la actual Estados Unidos al que bautizó como Virginia. Cosechado hoja por hoja, actualmente hay más de 70 países en todo el mundo que lo producen, lo que significa que supone casi el 80% de la producción de tabaco mundial. En el caso de Burley, su origen se remonta al Condado de Bracken, en Kentucky (Estados Unidos). En 1866, George Webb y Joseph Fore plantaron las primeras semillas de esta variedad, considerada una mutación natural del tabaco Virginia. En pocos años adquirió tal notoriedad que, en la actualidad, ya representa el 10% de la producción mundial de tabaco. Aunque el 70% de este tipo de tabaco se produce en Kentucky, otras zonas de Estados Unidos también son importantes productoras, así como Brasil, Argentina o Malawi. El tabaco Orient es la variedad por excelencia del Mediterráneo. Es el tercer tipo de tabaco más consumido y se trabaja principalmente en Turquía, Líbano, Grecia, Bulgaria y en la República de Macedonia –aunque también en Asia y África–. Su origen proviene de América del Sur, pero gracias a que a principios del siglo XVII llegó a algunos países del este de Asia y a Turquía, el imperio otomano expandió su cultivo y comercialización. Por último, el Dark Fire se logra a partir del tabaco Burley, por lo que sus orígenes son exactamente los mismos: Kentucky, Estados Unidos. |
El curado de las hojas de tabaco consiste en secar y eliminar el agua que contienen tras haber sido humedecidas con anterioridad para facilitar su flexibilidad y permitir un corte más exacto. Si no se secaran bien, las hojas no prenderían y no se podrían fumar.
Este proceso se hace en condiciones controladas (es decir, manteniendo temperatura, humedad relativa y ventilación bajo control) con el objetivo de respetar las transformaciones químicas y físicas que se producen en la hoja para conseguir un tabaco final de alta calidad. El proceso completo de curado consta de tres fases –amarillamiento, secado de la hoja y secado del tallo– y suele durar entre 4 y 8 semanas.
Este tipo de curado se aplica principalmente para elaborar cigarrillos y picadura. También conocido comocurado en atmósfera artificial (Flue-Cured), el proceso se basa en introducir aire caliente en espacios diseñados para mantener una temperatura, una ventilación y una humedad controlada. Este aire caliente se introduce a través de una caldera exterior hasta conseguir hojas de color amarillo o naranja que tengan un contenido de azúcar alto.
En este tipo de curado, también utilizado en su mayoría para producir cigarrillos, el tabaco se cuelga en bodegas con buena ventilación, pero sin aire caliente artificial. Se trata de que las hojas se sequen de forma natural hasta lograr un color marrón claro medio y una cantidad baja de azúcar. Esto, en condiciones normales, se logra en un periodo de tiempo que oscila entre las 4 y las 8 semanas. Aunque se considera el curado más natural, tiene una parte complicada. Al no contar con temperaturas artificiales, en los climas secos, es necesario vigilar que no se produzca un secado demasiado rápido. Por otro lado, en los entornos húmedos, que el secado no sea demasiado lento.
Como su propio nombre indica, en este tipo de curado las hojas de tabaco se cuelgan al aire libre y se exponen directamente al sol. Ideal para pipa y tabaco de mascar, su proceso de secado dura hasta que las hojas se tornan amarillentas o anaranjadas y el contenido de azúcar se eleva mucho, lo que suele producirse en un espacio de tiempo de entre dos semanas y un mes.
Esta topología es ideal para el tabaco de pipa y para mezclas de cigarrillos. Si bien se considera una variedad del curado al aire, tiene sus propias características. A las hojas, cuando llevan entre 3 y 5 días secándose, se les encienden fogatas cerca (a 25 ºC) para que se vayan secando y cojan su tono amarillento. Cuando se logra, se sube la temperatura a 50 ºC para secarlas por completo.
Sabores y aromas de cada variedad
Conocido con el nombre de ‘tabaco rubio’, esta variedad no tiene un aroma muy marcado, por lo que su sabor es suave su combustión, lenta. Si bien hay distintas subvariedades (Naranja, Brillante, Rojo, Brown y Negro) con aromas y sabores diferentes, todos tienen en común su sabor dulce y afrutado por su alta proporción de azúcares.
Comparado con el tabaco Virginia, tiene mucho más cuerpo y aroma. Su contenido en nicotina es más bajo y suele utilizarse para realizar mezclas aromáticas por su gran capacidad de retener aromas. Aunque destaca por su aroma típico a chocolate, no tiene un sabor dulce ya que cuenta con una baja cantidad de azúcares naturales.
Con valores de nicotina muy bajos, el tabaco Orient es el más dulce de todos. Al estar expuesto directamente al calor del sol, sus hojas son muy dulces (por su alto contenido de azúcar) y tiene aromas y sabores muy intensos –motivo por el cual se suele utilizar en porciones pequeñas-.
Con sabores intensos y ligeramente florales, al estar sus hojas secadas cerca del fuego, este tabaco tiene un cuerpo fuerte y un aroma propio (con toques de leña y caramelo) debido a las sustancias químicas que se transmiten con el humo.
Estos cuatro tipos de tabaco son la base de la industria, por lo que es esencial conocer las diferencias en los procesos de curado de sus hojas ya que determinarán sus características, su sabor y su aroma.
Landewyck trabaja con estos 4 tipos de tabaco. Siguiendo el espíritu de los fundadores de la empresa, Josephine van Landewyck y Jean-Pierre Heintz, los productos Landewyck están creados para satisfacer los placeres de la vida ofreciendo la máxima calidad. Con más de 40 marcas, entre ellas muchos clásicos, se venden en mercados a nivel internacional.
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