Tabaco sin aditivos: ¿Qué es exactamente?

Los aditivos pueden influir de formas muy diferentes al incluirlos en el tabaco. Estas sustancias pueden mejorar, por ejemplo, su aspecto o su proceso de combustión. Los aditivos también pueden servir como humedecedores. Sin embargo, esto también puede lograrse con pocos aditivos o simplemente con ninguno.

¿Sabías que puedes comprar tabaco sin aditivos? En este post te enseñamos las diferencias y las distintas formas en las que puedes humidificar tú mismo el tabaco.

¿Qué son los aditivos?

Los aditivos son todas las sustancias que se añaden a un producto de tabaco, como por ejemplo los aromas. Estos aditivos deben estar regulados por la ley y cumplir con unas normas de calidad, para cumplir así con las exigencias y expectativas de los consumidores.

Centrándonos en España, los productos de tabaco que se comercialicen en nuestro país no podrán:

• Tener aroma característico.
• Contener aromatizantes en sus componentes, como filtros, papeles de fumar, envases, cápsulas, o cualquier otra característica técnica que permita modificar el olor o sabor de los productos del tabaco, o intensificar el humo.
• Contener ninguno de los siguientes aditivos:
  
  • Vitaminas y otros aditivos que creen la impresión de que un producto del tabaco reporta beneficios para la salud o reduce los riesgos para ésta.
  • Cafeína, taurina u otros aditivos y compuestos estimulantes asociados con la energía y la vitalidad.
  • Aditivos con propiedades colorantes durante la combustión.
  • Aditivos que faciliten la inhalación o la ingesta de nicotina, en el caso de productos del tabaco para fumar.
  • Aditivos que tengan propiedades carcinogénicas, mutagénicas o reprotóxicas, en adelante CMR, sin combustión.
• Contener aditivos en cantidades que, sobre la base de datos científicos, incrementen, de forma significativa y mensurable durante el consumo, el efecto tóxico o adictivo o las propiedades CMR de un producto del tabaco.

Aditivos en los productos de tabaco

En el siglo XVI, los marineros españoles añadían regaliz al tabaco para mantenerlo fresco, por lo que los aditivos ya se utilizaban en esta época. A lo largo de los siglos, también se añadieron al tabaco pequeñas cantidades de otros ingredientes, con el fin de controlar los niveles de humedad, protegiendo así el tabaco de la degradación microbiana. Al mismo tiempo, los ingredientes actuaban como aglutinantes.

Los ingredientes similares a los alimentos -conocidos como "aromas"- se mezclan con el tabaco para equilibrar el sabor natural del tabaco. Esto es lo que da a las diferentes marcas su sabor característico y un aroma óptimo.

Al mismo tiempo, los aromas -como el azúcar, los derivados de hierbas y especias naturales o los aceites esenciales- se utilizan para sustituir el azúcar que se pierde durante el proceso de secado. Existen mezclas de tabaco a las que se añade azúcar, cacao y extractos de frutas. Esto da lugar a un sabor dulce, achocolatado o afrutado.

¿El tabaco de liar también contiene aditivos?

En ocasiones, si el paquete del tabaco de liar no se mantiene correctamente cerrado, puede dar la sensación de que sea un tabaco más insípido que los demás.
Sin embargo, el buen tabaco de liar no se seca inmediatamente. Este tipo de tabaco tiene incluso un cierto nivel de humedad de base, lo que le facilita dar la forma que desee al tabaco. El tabaco de liar contiene hasta un 20% de humedad, y suele incluir algún aditivo para regular estos niveles de humedad.

También existe el tabaco de liar sin aditivos. Sin embargo, mantenerlo húmedo puede ser un reto, por ello, te damos los siguientes consejos:

¿Cómo se puede mantener el tabaco húmedo de forma natural?
Para evitar que el tabaco se seque demasiado rápido, hay algunos trucos sencillos que puedes llevar a cabo:

• Utiliza el calor para humedecer: ¿Tienes una tetera con un colador de té que puedas colocar sobre la abertura ? Llena la tetera con agua hirviendo. Después, llena el colador de té con el tabaco. Tapa la tetera y espera unos 30 minutos. El tabaco debería estar más húmedo debido a la "transpiración".
• Humedece el tabaco con alimentos: Para esto necesitas una bolsa de plástico o un tarro que puedas cerrar herméticamente. Llena la bolsa o el tarro con el tabaco. Añade una cáscara de naranja o un trozo pequeño de patata cruda. Cierra la bolsa o el tarro. Déjalo reposar durante toda la noche. A continuación, comprueba si el tabaco ha absorbido suficiente humedad.
• Utiliza una piedra de tabaco: Estas piedras también se conocen como "humidificadores de tabaco". Coloca el humidificador en agua durante dos o tres minutos para que la piedra absorba la humedad. A continuación, coloca la piedra con el tabaco. El agua de la piedra se evaporará lentamente y el tabaco absorberá la humedad.

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